Pese a que los perros llevan cientos de años conviviendo con los humanos y siendo sus mejores amigos, a veces, o bien porque entre el ”dueño” no es el mejor amigo del perro y no confían entre ellos o bien porque no saben comunicarse y solucionar los roces de la convivencia o bien por factores externos al binomio perro-guía, aparecen los temidos problemas de conducta.
El perro puede presentar alteraciones emocional y/o una serie de conductas inapropiadas o muy desagradables que dificultad la convivencia con su guía, con otros perros o con otros humanos, como podrían ser:
- Ladrido excesivo: ladra de forma desproporcionada y sin un motivo aparente
- Eliminación inadecuada: orina/defeca/marca en el interior del hogar
- Destructividad: no usa sus juguetes, y por lo contrario destroza el mobiliario del hogar y todo aquello a lo que tiene acceso
- Agresividad con otros perros, personas o estímulos extraños
- Actitud dominante en presencia de otros perros que puede terminar en pelea
- Descontrol: el perro hace lo que le da la gana, cuando le da la gana y como le da la gana
- Miedos y fobias: bien por falta de socialización o por algún trauma del pasado, el perro no es capaz de enfrentarse a algunas situaciones y reacciona con conducta de huida, evitación o agresividad
- Hiper-apego: No se separa de su guía en ningún momento y siempre tiene la necesidad de buscarlo y estar a su lado. Cuando están alejados presenta síntomas de ansiedad, como jadeo, salivación, rascado repetitivo, lloriqueo o ladrido excesivo.
- Protección de un recurso: Reacciona de forma agresiva cada vez que una persona o animal se acerca a algún recurso preciado, como el plato de comida, algún juguete o el propio guía.
- Inseguridad: Es la causa de la mayoría de los problemas de conducta en los perros. El perro no se siente seguro de sí mismo, no confía en su dueño y/o su dueño no confía en él, no se siente a gusto en su día a día y no sabe cómo reaccionar ante situaciones desconocidas
- Ansiedad por separación: la ansiedad por separación es un problema grave que presentan algunos perros cuando se separan de su guía por un tiempo de duración indefinido. Su diagnóstico es complejo, pues existen otros problemas con síntomas similares. Su pronóstico es reservado y varía enormemente de un caso a otro, dependiendo en gran medida, el tiempo que lleva el perro en esas circunstancias, los métodos que se han realizado para solucionarlo y la disposición y el grado de implicación del guía.
- Comportamientos compulsivos/estereotipias: serie de comportamientos aparentemente inexplicables que tienen su origen en perros sometidos a una gran carga de estrés durante un período de tiempo muy prolongado. Son estereotipias: dar círculos sobre sí mismos persiguiendo o mordiéndose la cola, rascado o mordisqueo excesivo hasta causarse heridas o mutilaciones, agresión auto-dirigida [gruñidos o ataques dirigidos a sí mismos, hacia alguna parte de su cuerpo (patas o rabo), o hacia objetos inanimados, como su plato de comida], entre otros.
Algunos de estos comportamientos tienen su origen en una causa orgánica por lo que prevalecerá en su diagnóstico la revisión veterinaria con el fin de descartar una posible enfermedad o trastorno neuronal.
¿Cuál es el procedimiento para el diagnóstico y tratamiento de un problema de conducta?
- El cliente contacta con Fieras para comunicarle su problema y Fieras le enviará un formulario para que cubra con todos sus datos y características del problema
- Fieras asignará una cita para realizar una entrevista en el domicilio del cliente en la que se deberán encontrar presentes todos los miembros de la familia y el perro que presenta el problema. A partir de la entrevista se elaborará informe cuya entrega se hará por correo electrónico en el plazo de una semana y que incluirá diagnóstico, alternativas de tratamiento, número de sesiones estimadas, precios y opciones de descuentos.
- Si el cliente acepta el diagnóstico y el tratamiento, Fieras le comunicará unas directrices a llevar a cabo durante el plazo de dos semanas, tras las cuales comenzará la primera sesión con la adiestradora en el lugar que ella considere pertinente.
El número de sesiones que habrá que realizar dependerá del tipo de problema y de su gravedad, así como de la constancia y la implicación de su guía.